
Muchos intentan e intentan tener sexo por primera vez sin conseguirlo. Hay algunos puntos importantes a considerar cuando ella es virgen. Es información básica para los primerizos que andan por aquí, parece que es una duda común así que la haré extensiva.
Los músculos de una virgen están literalmente atrofiados porque están ‘nuevos’, algunas mujeres los tienen más elásticos que otras por naturaleza, otras muy rígidos. Eso es una cuestión ‘de suerte’, herencia, etc. Así como hay mujeres que aunque nunca hayan hecho gimnasia son muy elásticas, hay, por ejemplo, bailarinas que tienen que trabajar muchísimo con su flexibilidad y entrenar para poder hacer extensiones. Igual pasa con la vagina y con sus músculos pubococcígeos que son los responsables, junto con los vaginales, de permitir la entrada del pene.
Usar lubricación artificial está bien pero además, es común que ella ya esté predispuesta al dolor porque claro, ya le ha dolido antes y eso la tensa, la estresa. Esos nervios, tensión, etc. hacen que sus músculos se tensen aún más y cada vez duela más y como le duele más, se tensa y así nos vamos al infinito. Y por obvias razones queda adolorida aunque sólo haya entrado el glande. Lo que tienen que hacer es lo siguiente: tener primero mucha paciencia, o sea darse tiempo para relajarse para que ella vaya sintiendo confianza y se suelte. No quiere decir que no confíe en ti, no confía en su propio cuerpo, entonces se desconecta y aunque esté muy excitada, en cuanto siente dolor pues bye. Trabajen mucho en los juegos previos, mucho beso, estimulación manual y oral, siempre cómodos; ella necesita relajarse al máximo, soltar su cuerpo y tenerle confianza. Y tal vez les convendría no planear que todo ese juego es para y porque piensan hacer el amor. Háganlo como un ejercicio, si las cosas se dan para que intenten llegar al coito, está bien pero si no se da el momento, es decir ella no se siente cómoda, no se sientan mal e inténtenlo otro día. Luego, deben tomar en cuenta que además de los músculos, está el himen. Igualmente hay mujeres que lo tienen demasiado rígido y a veces hasta sangran cuando éste se rompe con la entrada del pene. Otras, lo tienen muy elástico y lo pueden conservar hasta el momento de un parto. Eso tampoco se puede saber hasta que intentan tener relaciones. Todo lo anterior debe coadyuvar a no hacer el coito demasiado doloroso. Sin embargo, por desgracia sí hay mujeres (y siento decirlo) que por mucho que las estimulen llegan a sentir dolor porque obvio su himen muy muy rígido se romperá. Es como si una bailarina de las que citamos antes, tratara de hacer el split de madrazo. Obvio, le dolerá. Pero a diferencia de esto, el himen una vez roto no vuelve a doler y no hay posibilidad de quedar desgarrada o causarse algún daño posterior como en el caso de la bailarina que quedaría hecha pomada de las ingles tras hacer el split.
Además, importantísimo: es primordial que ella vaya entrenando sus músculos y eso se logra con unos ejercicios facilísimos que se llaman Kegel. Lo único que tiene que hacer es -en cualquier momento del día mientras estudia, ve tele o lo que sea- apretar los mismos músculos que usamos voluntariamente cuando tratamos de aguantar las ganas de hacer pipí. Es algo que todo mundo puede hacer. Que apriete, sostenga por unos segundos y suelte. Repita unas cinco a diez veces y listo. Al menos un par de veces al día o cuando se acuerde. Los ejercicios le van brindando a la vagina fortaleza y elasticidad. Tienen miles de beneficios en cuanto al sexo, ayudan prevenir la incontinencia urinaria y a tener partos más cómodos. A los hombres les ayuda a entrenar su respuesta eyaculatoria. Son magníficos y no cuestan nada y toman unos segundos de nuestro día. De verdad no dejen de hacerlos, TODOS.
Tómenlo con calma. A veces escuchamos que todo mundo tiene sexo, que a nadie le duele y entonces nos podemos sentir como bichos raros pero cada quien lleva su ritmo y hay que seguirlo porque si no ella puede generar miedo al coito y relacionarlo siempre con dolor. Preparen la atmósfera, ‘trabájala’ mucho y permítele que se deje llevar. Si aún así, después de unos diez intentos, no lo consiguen, consulten a un ginecólogo para que él cheque si todo está bien con ella (nada de cuidado, no se angustien pero puede que su himen sea demasiado rígido. Incluso hay mujeres, raros casos, que no tienen abertura pero si así fuera, no habría modo de que ella menstruara o presentara lubricación) o quizás sea algo emocional y necesita ayuda más a fondo con un terapeuta. Vayan paso a paso y ya verán.
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